A few years ago I ran across “A Waiting Carol” with lyrics by Carol Greene. It’s an Advent song to the tune of “Oh, Come, Oh, Come Emmanuel.” My family sings this song as we light the candles in our Advent wreath on the dining room table. Our 4-year-old loves seeing the candles lit, and if I don’t get out the song sheet, she pleads, “Sing Mommy, sing!” Last week she asked me to sing “The Advent Song” in the middle of the day even though we weren’t lighting the candles. She wanted me to sing all five verses and each time I got to the refrain, she joined me in her precious, enthusiastic and slightly off-key voice:

Rejoice! Rejoice! God’s infant Son
Shall come to earth for everyone.

At times it was hard to keep singing as she stared deep into my eyes as I sang each verse, waiting for me to sing the first syllable of “Rejoice” so she could join me in singing the refrain again. I had a lump in my throat as I saw her trust, her expression of peace and joy, and her expectant waiting. She knew what was coming and she couldn’t wait to proclaim the good news that Jesus is coming!

How easily we all get distracted by the worries of this world. We worry over the bills to be paid, poor health of those we love, the destruction of creation, and broken relationships. We lament the pain of disasters–both natural and un-natural, destructive additions, and trauma of all kinds.

What would it be like if we looked into our loving Heavenly Parent’s eyes and waited, just waited with expectancy for our time to join the song? Because we DO have something to sing about–something to rejoice about. We know that Jesus was born on that first Christmas. And we know that Jesus continues to come to this broken world. Jesus comes to bring healing and hope to the broken, the sick, the wounded, the addicted, the discouraged, the worried, and the lost.

This week, may we all turn to God, seeking our cue, for it is our time to rejoice, to proclaim the coming of Christ. Christ comes, gloriously for you and for me, but also for those who do not yet know God. May we rejoice and show this broken world that Christ has come for everyone.

P.S. Find great resources like the book where I found “A Waiting Carol” and resources for sharing the joy of Christmas all year round at the WDC Resource Library. We’re here for congregational leaders, families, small groups, and individuals. Resources available in both English and Spanish. Visit the online catalog at mennowdc.org/library

-Jennie Wintermote, WDC Resource Library Director


Regocíjate – Él Viene, Viene para Todos

Hace unos años me encontré con “A Waiting Carol” [Esperando un Villancico] con letra de Carol Greene. Es una canción de Adviento con la melodía de “Oh, Come, Oh, Come Emmanuel” [Oh, Ven, Oh, Ven Emmanuel]. Mi familia canta esta canción mientras encendemos las velas de nuestra corona de Adviento en la mesa del comedor. A nuestra hija de 4 años le encanta ver las velas encendidas, y si no saco la hoja de canciones, me suplica: “¡Canta mami, canta!” La semana pasada me pidió que cantara “La canción de Adviento” a la mitad del día a pesar de que no estábamos encendiendo las velas. Quería que cantara los cinco versos y cada vez que llegaba al estribillo, se unía a mí con su voz preciosa, entusiasta y ligeramente desafinada:

¡Alégrense! ¡Alégrense! El hijo de Dios

Vendrá a la tierra para todos.

A veces era difícil seguir cantando mientras me miraba fijamente a los ojos mientras cantaba cada verso, esperando que yo cantara la primera sílaba de “Alégrense” para que ella pudiera unirse a mí para cantar el estribillo nuevamente. Tenía un nudo en la garganta al ver su confianza, su expresión de paz y alegría, y su expectante espera. ¡Ella sabía lo que venía y no podía esperar para proclamar las buenas nuevas de que Jesús viene!

Con qué facilidad todos nos distraemos con las preocupaciones de este mundo. Nos preocupamos por las facturas a pagar, la mala salud de aquellos a quienes amamos, la destrucción de la creación y las relaciones rotas. Lamentamos el dolor de los desastres, tanto naturales como no naturales, adiciones destructivas y traumas de todo tipo.

¿Cómo sería si miráramos a los ojos de nuestro amoroso Padre Celestial y esperáramos, simplemente esperáramos con expectación nuestro tiempo para unirnos a la canción? Porque tenemos algo sobre que cantar, algo por que regocijarnos. Sabemos que Jesús nació en esa primera Navidad. Y sabemos que Jesús sigue viniendo a este mundo quebrantado. Jesús viene a traer sanidad y esperanza a los quebrantados, los enfermos, los heridos, los adictos, los desanimados, los preocupados y los perdidos.

Esta semana, que todos volvamos a Dios, buscando nuestra señal, porque es nuestro momento de regocijarnos, de proclamar la venida de Cristo. Cristo viene gloriosamente por ti y por mí, pero también por los que aún no conocen a Dios. Que nos regocijemos y mostremos a este mundo quebrantado que Cristo ha venido para todos. PD:  Encuentre excelentes recursos como el libro donde encontré “A Waiting Carol” [Esperando un Villancico] y recursos para compartir la alegría de la Navidad durante todo el año en la Biblioteca de recursos de WDC. Estamos aquí para líderes congregacionales, familias, grupos pequeños e individuos. Recursos disponibles en inglés y español. Visite el catálogo en línea en mennowdc.org/library.

-Jennie Wintermote, Directora de la Biblioteca de Recursos de WDC