My first Bible was a red faux-leather-covered Revised Standard Version (in English), a gift from my parents on my 6th birthday. As a first-grader I did not read all of it but I was impressed with its color pictures! In our home were also Bibles in French and Gipende, some of the languages spoken in Congo where our family lived during part of my childhood. When I was 12 years old my parents gave me the Living Bible, a contemporary paraphrase that resonated with my adolescent faith. In its pages are still pressed items from that stage of my life: A leaf from a back-yard tree, and worship bulletins from the church where youth at the Mennonite hostel in Kinshasa attended (and where I memorized a passage from Romans to earn a box of caramel candies!) As a high school sophomore, I also enjoyed Good News for Modern Man, a translation illustrated with delightful line drawings. During college and seminary I studied Bible texts in Hebrew and Greek, and acquired New Revised Standard Version study Bibles as sources for preaching in pastoral ministry. Over the years, other Bibles have also found a place on my shelf, including Nueva Versión Internacional in Spanish and First Nations Version: An Indigenous Translation of the New Testament. Each of these has reflected and enriched stages of my faith and life experience.
In my early years as a pastor I read the whole Bible straight through for the first time, listing words and phrases in the Bible that describe God. In subsequent cover-to-cover readings, I listened for how God relates to human beings, and what it means to be God’s people. I discovered God is named not only as father and king, but also depicted as mother hen, wind, burning fire, lioness, vine-grower, potter, woman seeking a lost coin, and more! I wrestled with stories of genocide and commandments to embrace the stranger, accounts of religious violence and visions of shalom. These readings invited me to hold together the Bible’s different stories, historical contexts, literary genres and interpretations – not as a single-message book, but as many voices bearing witness to God’s living relationship with Creation.
I invite you to reflect on your own journey with the Bible: What are your earliest experiences with scripture, and how has your relationship with the Bible grown or changed through your life? What questions and discoveries have emerged in reading scripture?
We have a new opportunity to study the Bible as part of Anabaptism at 500, MennoMedia’s vision to create fresh resources for Anabaptism’s quincentennial celebration in 2025 – https://www.mennomedia.org/anabaptism-at-500/. These resources will include an “Anabaptist Bible” with introductions, notes and perspectives from Anabaptists around the world. MennoMedia seeks 500 small groups to read selected portions of the Bible together and contribute their insights for marginal notes for the Anabaptist Bible. For more information see https://www.mennomedia.org/reading-scripture-together/
Will you consider signing up to participate with your Sunday school class, small group or family? What a wonderful opportunity this is to continue our own journeys with scripture, join Anabaptist Christians in exploring scripture, and participate in God’s story!
-Heidi Regier Kreider, WDC Conference Minister
Mirando Hacia Atrás, Mirando Hacia Adelante: Viajes Con la Biblia
Mi primera Biblia fue una Versión Estándar Revisada (en inglés) cubierta de piel sintética roja, un regalo de mis padres cuando cumplí 6 años. Como estudiante de primer grado, no lo leí todo, ¡pero quedé impresionado con sus imágenes en color! En nuestra casa también había Biblias en francés y en gipende, algunos de los idiomas que se hablan en el Congo donde vivió nuestra familia durante parte de mi infancia. Cuando tenía 12 años, mis padres me regalaron la Biblia Viviente, una paráfrasis contemporánea que resonaba con mi fe de adolescente. En sus páginas todavía hay elementos impresos de esta etapa de mi vida: una hoja de un árbol del patio trasero y boletines de adoración de la iglesia a la que asistían los jóvenes en el albergue menonita de Kinshasa (y donde memorice un pasaje de Romanos para ganarme ¡una caja de caramelos!) Como estudiante de segundo año de la escuela secundaria, también disfrute Good News for Modern Man [Buenas Noticias para el Hombre Moderno], una traducción ilustrada con preciosos dibujos lineales. Durante la universidad y el seminario, estudié textos bíblicos en hebreo y griego, y adquirí Biblias de estudio de la Nueva Versión Estándar Revisada como fuentes para la predicación en el ministerio pastoral. A lo largo de los años, otras Biblias también han encontrado un lugar en mi estante, incluida la Nueva Versión Internacional en español y la Versión de las Primeras Naciones una traducción indígena del Nuevo Testamento. Cada uno de estos ha reflejado y enriquecido etapas de mi fe y mi experiencia de vida.
En mis primeros años como pastora, leí toda la Biblia por primera vez, enumerando palabras y frases en la Biblia que describen a Dios. En lecturas posteriores de principio a fin, escuche como Dios se relaciona con los seres humanos y que sígnica ser el pueblo de Dios. Descubrí que Dios es nombrado no solo como padre y rey, sino también representado como la madre gallina, viento, fuego ardiente, leona, viticultor, alfarero, mujer que busca una moneda perdida, ¡y más! Luché con historias de genocidio y mandamientos para acoger al extranjero, relatos de violencia religiosa y visiones de shalom. Estas lecturas me invitaron a unir las diferentes historias, contextos históricos, géneros literarios e interpretaciones de la Biblia, no como un libro de un solo mensaje, sino como muchas voces que dan testimonio de la relación viva de Dios con la creación.
Los invito a reflexionar sobre su propio caminar a través de la Biblia: ¿Cuáles son sus primeras experiencias con las Escrituras y como ha crecido o cambiado su relación con la Biblia a lo largo de su vida? ¿Qué preguntas y descubrimientos han surgido al leer las Escrituras?
Tenemos una nueva oportunidad de estudiar la Biblia como parte de Anabaptism at 500 [Anabautismo a los 500], la visión de MennoMedia de crear nuevos recursos para la celebración del quinto centenario de Anabautismo en 2025 – https://www.mennomedia.org/anabaptism-at-500/. Estos recursos incluirán una “Biblia Anabautista” con introducciones, notas y perspectivas de los anabautistas de todo el mundo. MennoMedia busca 500 grupos pequeños para leer juntos porciones seleccionadas de la Biblia y contribuir con sus puntos de vista para las notas marginales de la Biblia Anabautista. Para obtener más información, consulte https://www.mennomedia.org/reading-scripture-together/
¿Considerará inscribirse para participar con su clase de escuela dominical, grupo pequeño o familia? ¡Que maravillosa oportunidad es para continuar nuestro propio viaje con las Escrituras, unirnos a los cristianos anabautistas en la exploración de las Escrituras y participar en la historia de Dios!
-Heidi Regier Kreider, Ministra de la Conferencia del WDC