As a parent of a 2 and 4.5 year old, I am exhausted most of the time. I’m sure I am not different than most parents. Children’s needs and emotions are constant as they grow and develop and find their way in life. Bedtime has been a particularly hard time and most of the evening event at our house. A week or two ago, I thought things were going a bit more smoothly, then our two year old discovered he could climb out of his crib. My bubble of “this might be getting better” burst as he proudly came out the door of the room as if he was a captive set free. I knew it was coming but hoped we had more time. I also know this will add new and unknown factors that will complicate bedtime even more. Part of me was too exhausted to worry about it and another part of me was thinking I don’t have the energy to think of creative ways to deal with this successfully. Is God trying to teach me to let go of what I want to control? Is God showing me I need more patience and grace?

An unknown for our 4 year old is that he will soon start another year of preschool and he is anxious about not knowing all of the kids in his class and making new friends. I wonder what I am modeling in his eyes to handle these unknown circumstances that we don’t feel equipped to handle.

We have all experienced a lot of unknowns and challenges in the last year and a half. I am reminded that God can use our weakness for good. 2 Corinthians 12:9-10 says “But he said to me, ‘My grace is sufficient for you, for my power is made perfect in weakness.’ Therefore I will boast all the more gladly about my weaknesses, so that Christ’s power may rest on me. That is why, for Christ’s sake, I delight in weaknesses, in insults, in hardships, in persecutions, in difficulties. For when I am weak, then I am strong.” May we allow God to use and help us through our challenges!

(As a reminder we have many great resources in the WDC Resource Library to help readers of all ages engage tough topics. See last week’s article from WDC Resource Library Director, Jennie Wintermote here.)

Beth Yoder, WDC Business Manager

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La fortaleza de Dios

Como madre de un niño de 2 años y otro de 4 y medio, estoy agotada la mayor parte del tiempo. Creo que muchos padres y madres se sienten así. Las necesidades y las emociones de los niños son constantes, mientras crecen, se desarrollan y buscan su camino en la vida. El acostarlos para dormir particularmente ha sido difícil y es un evento que ocupa bastante tiempo.

Hace una semana o dos, yo pensaba que el proceso nos iba mejor, cuando de repente el niño de dos años descubrió que podía salirse de la cuna. Mi ilusión de que “esto se mejora” se perdió cuando él salió de su cuarto con orgullo como un cautivo liberado. Yo sabía que esto pasaría, pero esperaba tener más tiempo. También sé que esto complicará la rutina de dormirlos aún más. Casi me sentía demasiada cansada para preocuparme de eso, y a la vez no tenía energía para buscar soluciones creativas.

¿Será que Dios me está enseñando que deje en sus manos lo que no puedo controlar? ¿Será que Dios me enseña que necesito más paciencia y gracia?

Algo incierto para el niño de 4 años es que empieza otro año de preescolar y tiene ansiedad por no conocer a todos los niños de la clase y tener que formar nuevas amistades. Me pregunto cómo modelar para él lo que es enfrentar nuevas circunstancias que uno no se siente capaz de manejar.

Todos/as hemos experimentado desafíos e incertidumbres en el último año y medio. Me viene a la mente la promesa que Dios usa nuestra debilidad para el bien. Dice 2 de corintios 12:9-10: “y me ha dicho: “Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo. 10 Por eso me complazco en las debilidades, afrentas, necesidades, persecuciones y angustias por la causa de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”

¡Que invitemos a Dios a usar los desafíos y ayudarnos en ellos!

(Les recordamos que hay muchos buenos recursos en la biblioteca de WDC para ayudar a lectores de todas edades a enfrentar temas desafiantes. Véase el artículo de la semana pasada de la directora de la Biblioteca de Recursos, Jennie Wintermote)

Beth Yoder, directora comercial de WDC