Durante el seminario de Educación continuada patrocinado por Ministerios Hispanos de MEA, un grupo de pastores hispanos hemos estado reflexionando sobre lo que significa para nosotros el Shalom de Dios en tiempos de pandemia. El facilitador de este seminario es el profesor MDiv. Luis Tapia.

En esta reflexión damos un vistazo a la narrativa Bíblica y la narrativa tradicional de lo que como seguidores de Jesús entendemos como el Shalom de Dios. La conversación se enriquece pues participamos alrededor de 40 lideres con trasfondos e interpretación teológica muy diversa.

Es muy interesante las preguntas que propone el estudio y que con frecuencia escucho en este tiempo de grandes desafíos en la humanidad: ¿dónde esta Dios obrando en un mundo en Pandemia?

Creo que el reto para contestar esta pregunta no solo tomando el relato tradicional, es ver la obra de Dios restaurando el Shalom a través de Jesús.

Veamos el relato de Marcos 1:40-45

Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo: Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad. 41 Jesús tuvo compasión de él; lo tocó con la mano y dijo: Quiero. ¡Queda limpio! 42 al momento se le quitó la lepra al enfermo, y quedó limpio. 43 Jesús lo despidió en seguida, y le recomendó mucho: 44 Mira, no se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva, por tu purificación, la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes. 45 pero el hombre se fue y comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había gente; pero de todas partes acudían a verlo”.

La lepra como plaga/ enfermedad que afecta al individuo no solo físicamente pero psicológicamente y sin duda tiene un impacto en lo social y político y como el texto lo muestra claramente también religioso. Por eso se tomaban medidas extremas para el enfermo y su familia, como la expulsión del individuo de la comunidad en la que vivía, por miedo al contagio.

Muchos aspectos en este relato se asemejan a lo que hoy vivimos con la pandemia del COVID-19. Al igual que en los tiempos de Jesús esta pandemia tiene implicaciones que afectan no solo al enfermo sino a la sociedad en general. Con mucho dolor hemos sido testigos de los estragos que un paciente de COVID sufre, el temor a la muerte es latente el aislamiento y no es mucho menos alentador la posibilidad de vivir con las secuelas que poco a poco hemos ido conociendo con los estudios hechos a pacientes de COVID.

Para los que aun no se han enfermado la pandemia también ha afectado su común manera de socializar, monetizar y hasta de como adorar a Dios.

Todo esto nos roba la paz, el bienestar y la armonía con los que nos rodean, nos roba el Shalom.

Es claro en el relato bíblico que la intensión de Dios ha sido tener una relación de armonía y equilibrio con la humanidad, esto lo vemos en la creación misma en Genesis 1 y 2. También en el texto de la Biblia encontramos como el ser humano se ha empeñado en romper esa relación divina desde el principio, muestra de esto lo encontramos desde el capítulo 3 y 4 de Genesis. si continuamos vemos los intentos de Dios por restaurar el Shalom en las historias de Abran cuando lo invita a formar el pueblo al que El llamara suyo y ellos su Dios como lo vemos en el capítulo 12 de Genesis.

En el evangelio de Marcos en el capítulo 1 encontramos a Dios nuevamente en su determinación de redimir al hombre enviando a Jesús su hijo amado y declarando que “el reino de Dios se acercado” V15. Jesús comienza su ministerio invitando a otros a unirse a este proyecto redentor, también lo hace con compasión restaurando la salud y la dignidad del que acepta su sanación V41.

Aparentemente Jesús en el relato del Leproso hace todo lo contrario a lo establecido. Se acerca al enfermo y lo toca, lo envía con el sacerdote para que sea absuelto religiosamente y por tanto se integre a su familia a la sociedad, quitando la afrenta que posaba sobre ellos, restaura el Shalom del enfermo y también de la comunidad y esto da como resultado un profundo agradecimiento que impulsa al individuo a testificar de la obra salvadora de Jesús.

Vemos a Jesús encarnando / acercando el Reino de Dios con ese toque que represento no solo la sanación, pero la restauración del individuo.

Para responder a la pregunta de ¿dónde está Dios obrando en un mundo en Pandemia?

Creo que debiéramos buscar en nuestras propias experiencias de ver a un Dios que se interesa por la humanidad no solo de forma espiritual pero integral, el Dios que está interesado en que recobremos el balance y nos cuidemos los unos a los otros, que veamos el bien en forma colectiva. El Dios que promete estar con nosotros aun en tiempos difíciles y que nos consuela en tiempo de perdida.

Una vez más nos invita por medio de Jesús a unirnos a el proyecto divino de salvación y reconciliación con nuestro creador restaurando el Shalom de Dios por medio de acercarnos a la gente que sufre en un mundo quebrantado y que cada día más impone distanciamiento que podría llevarnos a la apatía o fatiga de servicio.

El reino de los cielos se acerca a medida que nosotros los llamados a ser iglesia extendemos nuestras manos y tocamos al mundo compartiendo el Shalom de Dios.

Por Sandra Montes Martinez, WDC Ministra Asociado de la Conferencia (TX-basada)


The Shalom of God through Jesus

During the Continuing Education seminar sponsored by MEA Hispanic Ministries, a group of Hispanic pastors have been reflecting on what God’s Shalom means to us in times of pandemic. The facilitator for this seminar is Professor MDiv. Luis Tapia.

In this reflection, we take a look at the Biblical narrative and the traditional narrative of what we as followers of Jesus understand as the Shalom of God. The conversation is enriched as we participate around 40 leaders with very diverse backgrounds and theological interpretation.

The questions that the study proposes and that I frequently hear in this time of great challenges in humanity are very interesting: where is God working in a world in a Pandemic?

I think the challenge in answering this question is not just taking the traditional account, but seeing God’s work restoring Shalom through Jesus.

Let’s look at the account of Mark 1:40-45

40 A man with leprosy[a] came to him and begged him on his knees, “If you are willing, you can make me clean.” 41 Jesus was indignant.[b] He reached out his hand and touched the man. “I am willing,” he said. “Be clean!”42 Immediately the leprosy left him and he was cleansed. 43 Jesus sent him away at once with a strong warning:44 “See that you don’t tell this to anyone. But go, show yourself to the priest and offer the sacrifices that Moses commanded for your cleansing, as a testimony to them.”45 Instead he went out and began to talk freely, spreading the news. As a result, Jesus could no longer enter a town openly but stayed outside in lonely places. Yet the people still came to him from everywhere.”

Leprosy as a plague/disease that affects the individual not only physically, but psychologically. It also undoubtedly has an impact on the social and political and, as the text clearly shows, religious aspects. For this reason, extreme measures were taken for the patient and his family, such as the expulsion of the individual from the community in which he lived for fear of infection.

Many aspects in this story are similar to what we are experiencing today with the COVID-19 pandemic. As in the time of Jesus, this pandemic has implications that affect not only the sick, but society in general. With a lot of pain, we have witnessed the damage that a COVID patient suffers. The fear of death is latent, isolation and the possibility of living with the consequences that little by little we have come to know with the studies carried out, is not much less encouraging COVID patients.

For those who have not yet become ill, the pandemic has also affected their common way of socializing, monetizing and even worshiping God.

All this robs us of peace, well-being, and harmony with those around us. It robs us of Shalom.

It is clear in the biblical story that God’s intention has been to have a relationship of harmony and balance with humanity. We see this in creation itself in Genesis 1 and 2. Also in the text of the Bible, we find how the human being has been determined to break that divine relationship from the beginning. An example of this can be found in chapter 3 and 4 of Genesis.  If we continue, we see God’s attempts to restore Shalom in Abram’s stories when he invites him to form the people that He will call his own and they, his God as we see in chapter 12 of Genesis.

In the Gospel of Mark in chapter 1 we find God again in his determination to redeem humanity by sending Jesus his beloved son and declaring that “the kingdom of God draws near” V15. Jesus begins his ministry by inviting others to join in this redemptive project. He also does it with compassion restoring the health and dignity of the one who accepts his healing V41.

Apparently, Jesus in the account of the Leper does the opposite of what is established. He approaches the sick person and touches him. He sends him to the priest so that he may be religiously absolved and therefore his family is integrated into society. This removes the affront that rested on them and restores the Shalom of the patient and also of the community. It results in deep gratitude that prompts the individual to testify of the saving work of Jesus.

We see Jesus’ incarnating / bringing the Kingdom of God closer with that touch that represents not only the healing, but the restoration of the individual.

To answer the question of where is God working in a world in a Pandemic?

I think that we should look in our own experiences to see a God who cares for humanity not only in a spiritual way, but in an integral way. God is interested in us regaining balance and taking care of each other, so that we see the good collectively. God promises to be with us even in difficult times and comforts us in times of loss.

Once again, he invites us through Jesus to join the divine project of salvation and reconciliation with our creator restoring the Shalom of God by approaching people who suffer in a broken world and that each day imposes distance that could lead us to apathy or service fatigue.

The kingdom of heaven draws near as we are called to be the church. We extend our hands and touch the world in sharing God’s Shalom.

By Sandra Montes Martinez, WDC Associate Conference Minister (TX-Based)